Este está siendo un año atípico por la crisis del coronavirus y el verano, marcado por los brotes constantes, no se ha escapado a esa tónica general. La tregua ha sido muy relativa. Ahora llega septiembre y con él la vuelta al trabajo de muchos, aunque hay quien no se ha podido dar ni un respiro. Sea cual sea tu situación, desde Impact Hub Zaragoza te ofrecemos unas recomendaciones para encarar mejor este mes que marca el inicio de curso y evitar la ansiedad y el estrés.
1. Descarga tensión y relájate
Deporte, meditación, música, encuentros con los amigos, lectura… Planifica bien tu tiempo para ti y recuerda que no se trata tanto de que sea mucho como de que sea de calidad. Date respiros, que se acaben las vacaciones no quiere decir que no puedas disponer de tiempo para ti.
2. Mantén a raya tus pensamientos
A menudo somos nuestros críticos más duros y nos decimos cosas terribles. Observa si tu forma de pensar te ayuda o te lo hace más difícil. Tú controlas tus pensamientos. No puedes evitar que aparezcan, pero sí decidir en qué piensas después de ello. Si detectas un pensamiento que te daña, reformúlalo en positivo. También puedes visualizar algo que te dé calma y te haga sentir bien, como un elemento de la naturaleza, por ejemplo, o deja de hacer lo que estás haciendo en ese momento y cambia momentáneamente de actividad.
3. Póntelo fácil
Hazte listas de tareas para no llevarlo todo en la cabeza. Puedes utilizar herramientas como Trello, Todoist, Evernote… Enamórate de alguna de estar herramientas y conócela y úsala a fondo. Te hará la vida más sencilla.
4. Cuida tu cuerpo
Come y bebe sano, cuida tu espalda, donde a menudo se concentra el estrés y procura dormir las horas que necesitas. Intenta acostarte y levantarte siempre a la misma hora. Si algún día no lo haces, no te fustigues. Trátate bien y vuelve a pillar tu ritmo.
5. Rodéate de personas que suman y no te restan
Seguro que sabes a qué me refiero. Nuestras compañías pueden llegar a determinar en gran medida nuestro nivel de energía. Si notas que después de estar con alguien estás hecho polvo, ¡cuidado! ¡Mantén las distancias tanto como puedas! ¡Ahora eso es más fácil! Si no te queda otra opción que aguantar a ciertas personas con las que no te sientes bien, respira hondo y siente con tu respiración cómo te recargas inhalando y sueltas lo que es tóxico y no deseas exhalando.
6. Adopta un ritmo progresivo
Lo queremos todo para ya y cuando volvemos a trabajo queremos ser muy eficaces y hacerlo todo en un momento. ¡Recuerda que hasta los coches de carreras necesitan pasar por boxes y tienen un proceso de aceleración aunque sea de segundos! Más allá de los tiempos externos -los del reloj y los de los demás-, respeta tus tiempos internos para organizar y ejecutar tareas siempre que sea posible. No sobrecargues tu agenda si puedes evitarlo. Si hay días con mucha carga, busca la forma de equilibrarlos. Planifica y mantén las conversaciones estratégicas (profesionales y personales) cuando estés preparado para ello y en el momento del día en el que te sientes bien.
7. Aprende o inicia algo nuevo
Nos da pereza iniciar nuevas tareas y aprendizajes, pero nuestro cerebro se estimula con ello. Es el momento de que hagas ese curso que tanta ilusión te ha hecho siempre pero no has encontrado el momento, aprendas ese deporte o ese baile, mejores tus idiomas o te apuntes de voluntario a esa actividad que tanto te llama. Sea algo personal o profesional, es fundamental que sea algo que de verdad te apetece, no algo impuesto o autoimpuesto, así que sé sincero contigo mismo a la hora de elegir tu nuevo desafío. ¿Es lo que de verdad quieres?