La crisis del coronavirus ha impactado duramente en la economía, tanto en las empresas como en los trabajadores. Sin embargo, las crisis tienen su vertiente de oportunidad y son un entorno en el que las buenas ideas se pueden transformar en sólidos proyectos empresariales si están bien planteados y son lanzados al mercado en el momento adecuado.
El caso de Payflow
Payflow es una startup lanzada hace apenas tres meses que revoluciona la forma de cobrar en las empresas y que ha cerrado una ronda de financiación de 1,6 millones de euros en plena pandemia con la participación de grandes inversores locales e internacionales. Esta compañía ayuda a que los empleados de sus clientes cobren cuando quieran la fracción de su salario que ya han trabajado, de forma instantánea y por medio de una aplicación móvil.
Gracias a este servicio, las empresas no tienen que disponer de flujos de caja a mediados de mes. En cuanto a los empleados, estos incrementan la capacidad de afrontar imprevistos y pueden gestionar mejor sus finanzas personales. La motivación y la productividad de los empleados crece gracias a un mayor bienestar financiero y las empresas consiguen además retener y fidelizar talento.
Así, son ya bastantes las startups que han nacido por y para la crisis del coronavirus, como Mangrana, una plataforma tecnológica de eHealth que utiliza inteligencia profesional multidisciplinar y artificial para empoderar y educar a ciudadanos de todo el mundo, sobre cuándo y qué decisiones tomar respecto a sus necesidades básicas de salud y bienestar.
O iniciativas como la plataforma #StopCorona, promovida por el fondo de inversión en startups Samaipata en la que participan inversores, emprendedores y profesionales del sector de la tecnología y el análisis de datos, que se puso en marcha con el fin de convertirse en altavoz de iniciativas que contribuyan a ganar la batalla sanitaria al virus.
Tendencias que ha reforzado la pandemia
Es cierto que muchas startups han sufrido duramente la crisis y que algunas han desaparecido, pero también lo es que «gracias a haber sido capaces de emprender tanto en los años de la crisis de 2008 como en los posteriores, las startups han desarrollado una gran capacidad para afrontar grandes desafíos», como llegó a señalar Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, sobre el ecosistema emprendedor español.
Muchos emprendedores están apostando por reorientar sus modelos de negocio para apoyar a la sociedad en el momento actual para que pueda resolver sus crecientes necesidades. Un 59% de las startups en el ámbito internacional está liderando acciones orientadas a generar un impacto positivo durante la crisis, dato que en España sube un punto hasta alcanzar el 60%.
En general, se trata de startups relacionadas con el desarrollo de contenidos gratuitos y las licencias para centros de salud y sectores afectados. Entre las iniciativas más destacadas se encuentran la producción de material sanitario con impresoras 3D, el transporte gratuito para trabajadores sanitarios o el desarrollo de aplicaciones junto a los gobiernos para el testeo y trazabilidad de los empleados sanitarios, aunque hay muchísimas más.
Wayra, el brazo de inversión, innovación abierta y apoyo al emprendimiento de Telefónica en Hispanoamérica, lanzó en primavera un estudio sobre la situación de las startups frente a la COVID-19. En él señalaba que los sectores más favorecidos actualmente en el ecosistema emprendedor son edtech, fintech y ehealth así como proyectos relacionados con telecomunicaciones, teletrabajo, logística/eCommerce, vídeo, dispositivos, ciberseguridad, soluciones en la nube y realidad virtual.
La solidaridad de los emprendedores
Numerosas startups se han convertido en ejemplo de solidaridad en estos tiempos difíciles. Es el caso de HumanITCare, que normalmente ayuda a reducir en hasta un 40% los costes y el tiempo de los estudios clínicos y que cedió su software de forma gratuita a los hospitales cuando se disparó la alerta sanitaria, pero auguran continuar construyendo en el futuro sobre el medio millón de euros facturados en 2019.
Por su parte, Tecnalia, el centro tecnológico vasco fundado en 2010, se puso en estos meses a la cabeza de una plataforma de comunicación que conecta a empresas de todo el país para organizar esfuerzos en torno a la fabricación de respiradores y otros artículos médicos.
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