El teletrabajo no solo no está reñido con la productividad, sino que pueden ser grandes aliados. Podemos desarrollar un alto rendimiento con el trabajo en remoto. Para ello, debemos tener en cuenta que teletrabajar es algo más que tener la tecnología para poder trabajar desde cualquier lugar. Sin duda, es más que un ordenador, un móvil y una conexión a Internet. En este post de Impact Hub Zaragoza, te damos unas pautas para que teletrabajo y productividad vayan de la mano.
En el ámbito internacional, el teletrabajo ha resultado ser una de las tendencias con mayor crecimiento en los últimos tiempos. A finales de 2019, según datos ofrecidos por Infojobs, en España sólo un 19% de los trabajadores tenía posibilidad de acogerse algún día a esta fórmula de trabajo a distancia. Sin embargo, el 69% de los empleados españoles valoraban positivamente poder teletrabajar desde su hogar cuando las circunstancias personales o profesionales lo permitieran.
Mayor flexibilidad, mayor rendimiento
Además, son ya diversos los estudios que han demostrado que un ambiente de trabajo cargado de estrés y presión puede afectar negativamente tanto la salud como la productividad del individuo. Por contra, trabajando desde su hogar o desde el sitio de su preferencia, el trabajador consigue aumentar exponencialmente sus niveles de productividad y se siente más comprometido con la labor que desempeña. Al contar con un deadline o fecha límite, el profesional puede organizarse de manera óptima para cumplir la tarea con mayor eficacia.
El teletrabajo implica un equilibrio entre la confianza y la responsabilidad que, con los ingredientes adecuados, permite alcanzar mayores objetivos y construye una cultura organizacional saludable para liderar el siglo XXI.
Las claves de un teletrabajo de alto rendimiento
- Las personas: debe existir una confianza mutua en la profesionalidad y en el desarrollo del trabajo para asegurar el correcto desempeño. Es muy importante llevar a cabo una buena delegación de tareas y hacer un adecuado seguimiento, pactado con el trabajador.
- Los procesos: habrá que adaptar muchos aspectos del trabajo diario, dada la no presencialidad, para hacerlos más efectivos. Se puede aprovechar para eliminar cuellos de botella.
- Las herramientas: hay que hacer elegir bien las herramientas. Seleccionaremos las que maximicen los resultados de los procesos planteados. Es necesario adaptar su uso a la dinámica organizacional.
- El liderazgo: los directivos deben acompañar el proceso para aumentar la autonomía de las personas del equipo en remoto y facilitar que alcancen sus metas.
- Los datos: la gestión adecuada del conocimiento en la organización es clave para asegurar el éxito del proceso y no perder información.
No importa la herramienta, sino cómo la utilizas
Hablábamos de la importancia de una buena selección de las herramientas y de adaptarlas a las necesidades de la empresa. Podemos necesitar herramientas para:
- Gestión de proyectos: herramientas llevar el control y seguimiento de las acciones de cada proyecto y de los indicadores internos.
- Comunicación telemática: herramientas y plataformas para comunicarse de manera localizada para cada proyecto o equipo, optimizando la comunicación interna.
- Gestión del conocimiento: gestor de documentos y biblioteca. Permite gestionar los documentos colaborativos para que un equipo pueda trabajar con el mismo archivo.
- Comunicación general: herramientas para la comunicación más directa, personal o urgente.
Las variables a tener en cuenta para el trabajo en remoto
En tu ámbito personal, genera unas rutinas en tu día a día que tengan en cuenta estos aspectos:
- La gestión del tiempo: establece tu horario de trabajo. Organízate para cumplir tus objetivos.
- Distracciones: siempre las hay. Detéctalas y desarrolla tu propia estrategia para evitarlas
- Bienestar: haz pausas y no las inviertas o no todas ellas en hacer tareas de casa, que no te permitirán descansar, por lo que aumentarás tu fatiga y reducirás tu capacidad de concentración y tu creatividad.
- Ambiente: crea tu espacio de trabajo, un lugar dentro de lo posible tranquilo, ordenado y despejado.
- Interacciones: salvo que vivas solo, tendrás que conciliar y buscar un equilibrio.
En tu ámbito organizacional, para una implementación exitosa de tu trabajo en remoto, asegúrate de que tienes cubiertos todos los aspectos de gestión, comunicación, conocimiento y administración.
Y no olvides la importancia de…
- Una comunicación eficaz: teletrabajar implica encontrar formas efectivas de comunicarse con los compañeros y los supervisores. La información debe ser fluida y las reuniones virtuales, operativas.
- Una buena organización: para poder cumplir tus objetivos, organizar todas tus tareas, saber cuáles están pendientes, tener presentes los plazos de ejecución, etc.
- Saber usar la tecnología: es fundamental familiarizarse con las herramientas digitales para sacarles el máximo partido.